Bera y Mael son dos terremotos encantadores a los que tuve la suerte de retratar. Aprovechando los colores y la preciosa luz de otoño nos escapamos a un parque a pasar un buen rato de fotos. Bera con esa sonrisa cautivadora y Mael con esa cara de pillo, al más puro estilo «yo no he sido», me lo pusieron muy fácil para poder tener un reportaje de fotos de familia en Barcelona de los que a mi me gustan, de los que respiran verdad.
No hizo falta mucho más de media hora para obtener unos cuantos retratos bonitos. Y esa es la parte interesante de los más pequeños, que no han desarrollado la vergüenza y se muestran con una naturalidad que ya quisiéramos los que tenemos unas cuentas primaveras más.
Os dejo con ellos y con esta preciosa sesión de fotos de familia en Barcelona.
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