Los reportajes en exteriores son siempre sinónimo de unos recuerdos increíbles. Y si encima estos reportajes son en otoño pues no se puede pedir más. Los colores, la luz y el montón de hojas del suelo hacen de la sesión un momento divertido para toda la familia.
Esta es de esas sesiones que si no se te cae la baba, es que no tienes ojos en la cara. Alaia es un pequeño angelito que con una sola mirada te tiene comiendo de su mano. Como en muchas otras sesiones, en este caso el verde de la primavera sería el telón de fondo para esta sesión de fotos de familia en el campo.
Estos pequeños angelitos crecen tan rápido que muchas veces ni te das cuenta lo rápido que pasa el tiempo. El primer año de vida es sin duda en donde los cambios son más increíbles, donde pasan de auténticos renacuajos a pequeños retoños que ríen, juegan y disfrutan de explorar constantemente todo su entorno. Por eso cuando llega el primer año es una época genial para hacerse un reportaje de fotos en familia.
