Una sesión de fotos de embarazo en la nieve, ¿A qué suena genial?
Dicen que el que sigue la consigue, y en este caso es más cierto que otra cosa. Tuvimos que posponer la sesión varias veces por mal tiempo, con los riesgos que esto supone en una sesión de fotos de embarazo, porque nunca sabes cuándo puede llegar el momento. Pero finalmente llegó el día que ni por encargo, tras una buena nevada se asomó un frío día de otoño-invierno con una luz de esas que a los fotógrafos nos vuelve locos.
Janis y Koldo no son nuevos en esto, hace ya unos cuantos años conocí a Janis como la Wedding Planner de una boda preciosa en un pequeño pueblo que se encargó de decorar con un gusto increíble. Pero pocos años después, fue ella y su chico Koldo quienes decidieron dar el paso de casarse. Y en fin, que os puedo contar de cómo puede ser la boda de una Wedding Planner, pues un espectáculo de sitio. Un granero en medio de un campo de lavanda que te deja ojiplático nada más verlo.
Así que os podéis imaginar la ilusión que me hizo cuando me dijeron que esperaban a un renacuajo y que querían hacerse una sesión de fotos premamá. Poco puedo contaros que no se vea en las fotos, que da gusto fotografiarlos. Porque son unos modelazos y porque son de esas parejas que se comen con la mirada, y que no hay que hacer nada más que fotografiar como se miran. Ni sé la de veces que Koldo le dio un beso en la frente a Janis, que creo que es un de los gestos más tiernos que existen.
Así que me callo, que hablen las imágenes. Os dejo con esta sesión de fotos de embarazo en la nieve.
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