Reportajes de fotos en exteriores.
En un reportaje infantil es importante dejar que los niños sean niños. Para ellos tiene que ser, además de un recuerdo para cuando crezcan, una experiencia en la que se diviertan. No son modelos, y además no sol adultos. Por lo que pasar una tarde divertida es parte de la labor para conseguir unos resultados que respiren naturalidad y los niños (y los padres) queden inmortalizados con naturalidad y con gestos que hablen de ellos.
Hacer fotos a un bebe de 6 meses es una edad perfecta, ya que comienzan a mantenerse sentados por si solos y es posible alejarse de los brazos de los padres. Además es una edad donde tienen mil muecas y gestos que son una gozada retratar. Un momento perfecto para hacer fotos de familia.
Aprovechando los colores y la preciosa luz de otoño nos escapamos a un parque a pasar un buen rato de fotos. Bera con esa sonrisa cautivadora y Mael con esa cara de pillo, al más puro estilo «yo no he sido», me lo pusieron muy fácil para poder tener un reportaje de los que a mi me gustan, de los que respiran verdad.
Y con el otoño llega la época de disfrutar de la luz más bonita de todo el año y de los colores más increíbles para hacer una sesión de fotos familiar al aire libre. Y como en otras ocasiones no hay que complicarse mucho la vida. Una tarde que no llueva y a disfrutar con toda la familia de una sesión de fotos entre risas y juegos.
Si, lo confieso. Tengo absoluta debilidad por la gente con ojos claros y Elsa tenía un par de ojazos que era imposible dejar de hacerle retratos. Una vez más para un bonito reportaje de fotos de comunión lo más interesante es salir al campo y alejarse del estudio. El trigo, la hierba y la preciosa luz del atardecer son el mejor fondo que puedes echarte para que una sesión de fotos sea un éxito.
Cris y Julio esperan con ganas a la pequeña India que llegará a este loco mundo en octubre. India es una, ya no tan pequeña, renacuaja que sin haber visto aún la luz del día ha vivido ya unas cuantas aventuras: Un viaje a un lugar lejano cuando aún no era más grande que un cacahuete, un confinamiento, una pandemia, conocer el mar… y seguro que aún le queda alguna aventura más antes de estar en brazos de sus padres.
